Los laboratorios escolares son lugares donde los conocimientos se ponen en práctica. Son de suma importancia para los estudiantes porque permiten una mejor asimilación de los conceptos y pueden ayudar a despertar el amor por la ciencia en las mentes más jóvenes.

¿Qué es?

Los laboratorios escolares son lugares dotados con los medios y las medidas de seguridad necesarias para que los niños y los jóvenes puedan poner en práctica los conocimientos adquiridos en la teoría. Son utilizados también para realizar investigaciones, experimentos, prácticas y trabajos científicos.

Un laboratorio escolar bien equipado les permite a los alumnos desarrollar el pensamiento crítico y practicar la resolución de problemas. Permite a los estudiantes aprender mediante la experiencia y practicar el método científico mediante el ensayo y error. 

Según los psicólogos, este tipo de laboratorios fomentan la capacidad de reflexión de los alumnos. Al ser una experiencia práctica es mucho más activa y participativa la enseñanza. Además, todos trabajan por igual y todos pueden opinar sobre el tema a investigar.

Fomentan también el desarrollo emocional y de habilidades. El trabajo en equipo necesario en un laboratorio hace que los niños sean más comunicativos y cooperativos y les ayuda a desarrollar su liderazgo contribuyendo al descubrimiento personal.

Contribuyen además con la disciplina, en un laboratorio se deben de mantener reglas mucho más estrictas que en un salón de clase con el fin de prevenir incidentes.